Cómo elegir el mejor sistema de riego

Los sistemas de riego conforman un conjunto de estructuras que van desde captación, aducción y almacenamiento, hasta distribución; cuyo objetivo es, a través de su funcionamiento correcto, realizar la cobertura de áreas de cultivo, mediante la aplicación de agua.
Dentro de aquello, existen diversos mecanismos que combinan diferentes formas de funcionamiento, existiendo sistemas de riego por gravedad, goteo, aspersión, etc. Surge entonces, la incógnita de poder determinar cuál es el mejor sistema para determinadas condiciones de riego. A continuación, se presenta un curso rápido que ayuda en esta elección.

1. Analizar la adaptación de los sistemas de riego a los cultivos
Los sistemas por aspersión se adaptan mejor a los cultivos que, en superficies pequeñas, cubren toda el área. No es recomendable para cultivos altos.
Los sistemas por goteo son recomendables para cultivos, cuya superficie no ocupa todo el volumen de suelo, siendo entones, el riego localizado e independiente.
2. Analizar la adaptación de los sistemas de riego a las condiciones del terreno
Los terrenos pueden ser desde planos y semiplanos, hasta aquellos con gran pendiente. De acuerdo a esto, el sistema por aspersión se adapta mejor a los primeros, con el inconveniente de que al aumentar la pendiente, puede producir erosión en el terreno.
En los terrenos que tengan pendientes mayores, se puede utilizar un sistema por goteo, ya que, a diferencia de la aspersión, la distribución de agua no varía y tampoco existe el riesgo de producir erosión.
3. Conocer el consumo de agua
Una regla que marca la primera referencia es la que permite conocer los consumos de agua por parte de los diferentes sistemas de riego. Por ejemplo de manera general, el riego por goteo utiliza cerca de 20% menos de caudal para regar una superficie dada que el riego por aspersión. Tomando en cuenta los cultivos, si se trata de aquellos con espaciamiento amplio, el sistema por goteo consume poco y permite distribución más lenta del recurso agua.
4. Conocer la eficiencia de los sistemas de riego
Un aspecto importante radica en el conocimiento de la eficiencia de los sistemas de riego. A nivel general, se sabe que los sistemas por aspersión tienen entre 80 y 85% de eficiencia; en tanto que los por goteo alcanzan entre 90 y 95%.
Los anteriores representan los parámetros primarios para elección de un tipo de sistema de riego. A partir de ellos se deben realizar más estudios y consideraciones técnicas, económicas y ambientales.

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