UNA PLANTACIÓN DE AGUACATE bajo buen manejo se convierte en fuente de ingresos en pocos años y su mercado es amplio.»No necesitan gran cuidado ni de inversiones muy elevadas
Sonmuchos los agricultores salvadoreños y extranjeros que residen en el país, que apuestan por la agricultura, pero no a través de los cultivos acostumbrados de café,
caña y otros.
En los la actualidad, he apreciado como cada vez más personas apuestan por la siembra de cultivares perennes no tradicionales, enfocados en su excelente visión de aprovechar sus terrenos para producir alimentos de primera calidad, como las frutas tropicales.
El mercado nostálgico en distintos países, el local, siempre insatisfecho, y la búsqueda denuevos clientes son sus horizontes.
Entre estas frutas están el nance, achiote, arrayán, guayaba, paterna, anona, mamoncillo, zapotillo,matasano, ojushte, pepenance, marañón, macadamia, nogal, mango, aguacate, cacao, níspero, mamey, sunza, pacaya, y otras bondadosas variedades.
Estas se pueden vender como fruta fresca o procesarlas especialmente en conservas. Es necesario aún masificar la especialización en el procesamiento, envasado y etiquetado, de tal forma que la demanda de sucedáneos se incremente, tal como se visualiza en un futuro promisorio.
Es probable que no aparezcan como rubros significativos en la agricultura, como el café, la caña y otros; pero los cultivares no tradicionales aumentan significativamente y fortalecen la sostenibilidad ecológica y la seguridad alimentaria.
Vivir en el trópico es una excelente ventaja respecto a otras regiones del mundo solo tenemos que sacar nuestra creatividad, emprendedurismo y formar redes de las cadenas de producción y no seguir aferrados a los cultivares anuales que degradan nuestros suelos por la demanda alta de agroquímicos y sus labores de labranza.
El volador, el brazil, cedro, caoba, guachipilín, quebracho, bario, chaquiro, carreto, conacaste, cincho, y muchas otras especies propias, junto a otras muy bien adaptadas a nuestro medio como la teca, el eucalipto, el nim, lamelina, la bala de cañón, el flor amarilla, se desarrollan muy bien sin necesidad de grandes inversiones y tienen buen mercado. Es momento de plantarlos.
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