miércoles, 7 de enero de 2009

HORTICULTURA Melón


Familia: Cucurbitáceas
Nombre científico: Cucumis melo
Otras especies y variedades: Cucumis melo cantalupensis (melón Cantalupo), Cucumis melo reticulatus (melón escrito), Cucumis melo inodorus (melón de invierno).
Origen/distribución:
Se estima que el melón es oriundo del sur de Asia, desde donde se extendió a Oriente próximo y Europa occidental; también se cree que puede proceder de la región africana del Sudán.


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l melón es una planta anual, pilosa, habitualmente de tallos rastreros (también los hay trepadores), hojas lobuladas y dentadas, y flores amarillas solitarias dioicas dentro de la misma planta (con flores masculinas y femeninas en un mismo ejemplar).

Las flores femeninas se distinguen fácilmente de las masculinas porque presentan un ovario muy voluminoso en su parte inferior. El fruto es una pepónide de tamaño variable (hasta 40 cm. de diámetro), y según las variedades con forma alargada o esferoidal, corteza lisa o quebrada, y colores blanco, verde o amarillo. En la cavidad central del fruto presenta numerosas semillas denominadas pepitas. La carne es muy dulce y jugosa.

Melón Cantalupo, (Cucumis melo cantalupensis), con origen en el pueblo italiano del mismo nombre

Existen diferentes variedades de melón. Se distinguen los llamados Cantalupo, en referencia a este pueblo italiano, con forma esferoidal, profundos surcos y carne anaranjada muy dulce; los escrito, de piel reticulada, carne anaranjada y un característica fragancia; los amarillos y verdes, de piel gruesa y acanalada en forma longitudinal, con la pulpa de color blanco verduzco; o los piel de sapo, de piel verde clara con manchas verde oscuro y carne blanco-amarillenta muy dulce y jugosa. La variedad Haogen, de origen israelí, son de corteza anaranjada con rayas verdes y pulpa anaranjado-claro.

Los melones de invierno tienen como característica su corteza más dura, un aroma más suave, y un periodo de maduración más largo; según la variedad los hay de corteza lisa y pulpa blanca o blanco-verdosa; corteza rugosa de color oscuro y pulpa rosada; corteza rugosa de color amarillo y pulpa blanca o verdosa; corteza oscura y pulpa anaranjada, etc.

Reproducción y cultivo


Los melones se reproducen por semilla (las pepitas). Se siembran en el terreno definitivo, enterrando levemente 5 o 6 semillas en hoyos separados al menos un metro entre sí, pues los tallos rastreros desarrollan mucho. Un método para acelerar la germinación y crecimiento de las plántulas en climas poco cálidos, es cubrir cada hoyo de semillas con un plástico opaco, practicando un corte en él justo encima del hoyo con objeto de que pueda asomar la planta a través del agujero del plástico. Cuando nazcan las plantitas de cada hoyo se eligen las dos que sean más fuertes y se arrancan las demás.

El suelo más adecuado para la producción de melones son los formados por tierras francas y mantillo a partes iguales, y con abundante materia orgánica. La exposición debe ser muy soleada para obtener frutos dulces y sabrosos, si la temperatura es inferior a 15º C. es inútil intentar su cultivo, ya que no crecerán y terminará en fracaso. Si el clima de la zona no es propicio habrá que cultivar en invernadero, e incluso aplicando calefacción. Necesita abundantes riegos durante la época estival.

Operación de pinzado

Para obtener un buena buena producción de melones hay que proceder al denominado "pinzado", consistente en realizar la siguiente operación: Cuando la planta tiene 5 hojas además de los cotiledones, se cortan éstos y el tallo por encima de la segunda hoja. Posteriormente, cuando nazcan dos ramas laterales se cortan después de la tercera hoja (si nace alguna otra ramilla se corta también). Seguidamente aparecerán seis ramas más, las cuales se cortarán por encima de la tercera hoja; sobre estas ramas nacerán los frutos. El exceso de frutos reduce el rendimiento de la planta; lo habitual es dejar sólo cinco frutos por cada ejemplar, así que todos los sobrantes se eliminan cuando alcancen el tamaño de una ciruela. Cuando los frutos nacen, cortar los ápices de los tallos sobre los crecen unas dos hojas por encima de los frutos, eso hará que toda la energía de la planta se concentre en ellos. Las ramas que no tengan frutos hay que eliminarlas para no restar energía a los tallos fructíferos. Los melones hay que aislarlos del suelo colocando debajo por ejemplo un plato, con objeto de que no le ataque la podredumbre del suelo.

Recolección


Aunque los melones pueden terminar de madurar ya extraídos de la planta, para que estén sabrosos y aromáticos hay que recolectarlos maduros, ya que aislados no consiguen alcanzar todo su aroma. Se recolectan entre los meses de agosto y septiembre.

un artículo de esta web: "Naturaleza educativa: www.natureduca.com"

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